🌟 El Dilema de la Keratina: ¿Estoy Usando la Cantidad Correcta?

El sueño de un cabello perfectamente liso, brillante, sedoso y libre de frizz es lo que nos lleva a buscar tratamientos revolucionarios como el alisado con keratina. Es una promesa de mañanas sin batallas con la plancha y un look impecable sin importar la humedad. Sin embargo, ya sea que seas una profesional en el salón o una entusiasta aplicándolo en casa, surge la misma pregunta fundamental: ¿Qué cantidad de keratina voy a necesitar en el proceso de alisado?

Aplicar la cantidad correcta no es solo una cuestión de economía para no desperdiciar producto; es el factor decisivo entre un resultado espectacular y una experiencia decepcionante.

En Prismabelleza.com, entendemos que cada cabello es un mundo. Usar muy poco producto puede resultar en un alisado irregular, con zonas que se ondulan antes de tiempo y un acabado que no cumple las expectativas. Por otro lado, un exceso de producto no solo es un desperdicio de dinero, sino que puede saturar la hebra, dificultar el sellado y, lo más notorio, ser la causa principal de esa nube de vapor y humo durante el planchado.

Lograr un rendimiento y resultado óptimo es fundamental. Y para ello, la respuesta no es tan simple como «un frasco por aplicación». La clave está en un diagnóstico preciso. Hoy, vamos a desglosar exactamente cómo calcular la dosis perfecta para tu cabello.


🔬 El Principio de «Ricitos de Oro»: Por Qué la Dosis Exacta es Crucial

En el mundo de los alisados de keratina, no existe el «un poco más por si acaso» sin consecuencias. Aplicar el tratamiento es como seguir una receta de alta cocina: las medidas exactas importan. El objetivo es alcanzar el punto de saturación ideal sin sobrepasarlo.

 

El Peligro de Usar «Muy Poco»

Cuando se escatima en producto, el cabello no recibe el baño de keratina necesario para rellenar la cutícula y modificar su estructura temporalmente.

  • Resultados Desiguales: Verás zonas lisas (donde sí hubo suficiente producto) y zonas con frizz o rizo (donde faltó).
  • Duración Reducida: El tratamiento no se anclará correctamente y su efecto desaparecerá mucho más rápido.
  • Falsa Impresión: Puedes llegar a pensar que «la keratina no funciona», cuando en realidad el problema fue la técnica de aplicación y la cantidad.

El Problema de Usar «Demasiado

Este es el error más común. Pensando que «más es mejor», se empapa el cabello hasta que gotea. Esto es contraproducente por varias razones:

  • Desperdicio de Producto: Estás, literalmente, tirando dinero por el desagüe.
  • Dificultad en el Secado y Sellado: El cabello saturado tarda una eternidad en secarse, y al pasar la plancha, el exceso de líquido se convierte en vapor.
  • Exceso de Humo: Este es el gran indicador. El objetivo es controlar y evitar el exceso de humo producido por el posterior pasaje de la plancha. Ese humo excesivo es, en su mayoría, el producto sobrante que se está quemando, no «la grasa del cabello» como a veces se cree.
  • Acabado Pesado: Un cabello con exceso de producto puede sentirse pesado, opaco e incluso con un aspecto graso después del primer lavado, ya que la keratina no sellada se queda como un residuo.

Para lograr ese alisado de ensueño, necesitamos aplicar la cantidad optima del producto. Y para saber cuál es esa cantidad, debemos convertirnos en detectives capilares.

🧬 Los 4 Factores Clave: Más Allá del Largo del Cabello

El error más grande es medir la keratina basándose únicamente en el largo del cabello. El documento guía de Prismabelleza.com es claro: para determinar la cantidad correcta, es fundamental evaluar: Longitud, diámetro porosidad y Densidad del Cabello

Estos cuatro factores juntos nos dan el «volumen» real y la «capacidad de absorción» del cabello. Analicemos cada uno.

1. Longitud / Largo de Cabello

Este es el punto de partida, el factor más obvio. A más longitud, más superficie que cubrir. Es el «lienzo» sobre el que vamos a trabajar. Más adelante veremos las dosis recomendadas según este factor, pero recuerda: es solo el primer paso del diagnóstico.

2. Diámetro / Grosor del Cabello

Esto no se refiere a cuánto cabello tienes, sino al grosor de cada hebra individual

  • Cabello Fino: Es delgado y delicado. Tiene menos «cuerpo» y, por lo general, absorbe el producto rápidamente, pero también se satura con menos cantidad.
  • Cabello Medio: Es el estándar.
  • Cabello Grueso: La hebra es ancha y fuerte. Suele ser más resistente a los tratamientos químicos y requiere más producto para asegurar que la keratina penetre completamente a través de sus capas de cutícula y córtex.

¿Cómo evaluarlo? Toma una sola hebra de cabello entre tu pulgar y tu índice. Si apenas la sientes, tu cabello es fino. Si la sientes claramente, es medio. Si se siente fuerte y texturizada, es grueso.

3. Porosidad / Disposición de Cutícula

Este es, quizás, el factor más importante y el más ignorado. La porosidad nos dice cuán «sediento» está tu cabello. Se refiere a la disposición de la cutícula, es decir, qué tan abiertas o cerradas están las «escamas» del cabello.

  • Porosidad Baja: Las cutículas están muy cerradas y compactas. Este cabello es «resistente», le cuesta absorber la humedad (y la keratina). El producto puede «resbalar». Irónicamente, aunque es resistente, es fácil sobresaturarlo porque el producto se queda en la superficie. Requiere una aplicación meticulosa en secciones muy finas.
  • Porosidad Media: El cabello ideal. Absorbe y retiene la humedad de forma equilibrada.
  • Porosidad Alta: Las cutículas están muy abiertas, a menudo por daño químico (decoloraciones, tintes) o por naturaleza. Este cabello es como una esponja: absorbe la keratina de inmediato y pide más. Con este tipo de cabello, es muy fácil usar «muy poco» producto, porque el cabello lo «bebe» todo y puede parecer que no es suficiente.

¿Como evaluarlo? Un cabello altamente poroso suele sentirse áspero y se seca muy rápido después de lavarlo. Un cabello de baja porosidad tarda mucho en secarse.

4. Densidad / Abundancia

Aquí sí hablamos de la cantidad total de hebras en el cuero cabelludo.

  • Densidad Baja: Tienes menos hebras por centímetro cuadrado.
  • Densidad Media: El promedio.
  • Densidad Alta (Abundancia): Tienes mucho cabello. Tu «cola de caballo» es gruesa.

 

Una persona con cabello corto, pero de densidad alta y porosidad alta, podría necesitar tanta keratina como alguien con cabello mediano pero de densidad baja y porosidad baja.

La Conclusión del Diagnóstico: La cantidad final de keratina será un balance entre estos cuatro factores.

📏 Dosis Recomendable: Un Estimado General según el Largo

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