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Evita lavar el cabello todos los días. Esto puede deshidratar el cabello rizado y hacer que se seque y se rompa. En su lugar, lave el cabello cada 2-3 días, o menos si es posible.
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Utilice un champú y acondicionador suave, y evite productos con alcohol ya que pueden resecar el cabello. También es importante aplicar un acondicionador profundo regularmente para mantener el cabello hidratado.
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Evite el uso de herramientas de calor como secadores, planchas y rizadores, ya que pueden dañar el cabello rizado. Si es necesario usarlos, asegúrese de utilizar un protector térmico y mantenga la herramienta a una temperatura moderada.
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No se peine el cabello rizado cuando esté mojado ya que es más frágil en ese estado y puede romperse con facilidad. En su lugar, use un peine de dientes anchos y peine suavemente el cabello con los dedos.
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Aplique un aceite nutritivo o una crema hidratante en el cabello para sellar la humedad y evitar que se seque. También puede aplicar pequeñas cantidades de aceite en las puntas del cabello para evitar que se rompan.